Asistimos
a un acontecimiento nada trivial,
en una
sociedad donde el ser humano
pierde
la capacidad de verdadera libertad.
Una
juventud sin proyectos y sin ilusiones
que no
va a ninguna parte y se mueve sin parar
y la
salida de ese callejón oscuro
ha
sido imposible de encontrar.
Si
Dios nos ha hecho libres
para
colaborar en nuestra propia construcción
y en
la del mundo que se nos da como don
no se
usa la libertad con verdadera convicción.
Y cuando
lo que se valora es sólo lo material
acabamos
confundiendo
el
valor de las cosas con su precio
y, en pocas
palabras, nos volvemos unos necios:
“Mucho
dinero y poca educación, es la peor combinación”
JAZZMIN ANAIZ ARÉVALO
OLIVERA